jueves, 24 de octubre de 2013

Mont Saint-Michel (Francia)

Cogemos nuestras maletas y nos vamos hacia el increíble, espectacular y mágico Mont Saint-Michel en la región de la baja Normandía (o en la alta Bretaña, allí ésta "pelea" se la toman muy en serio) de nuestro país vecino, Francia.

CÓMO LLEGAR 

Por aire: Aeropuertos de Rennes y Dinard. Desde España hay vuelo directo a Rennes desde Barcelona, y desde el resto de España haciendo escala en ésta misma ciudad. Todos los vuelos hacia Dinard son a través de Reino Unido, osea, con escala.

Por tierra: Independientemente de si vienes en Avión o en coche, el último tramo lo vas a tener que hacer por tierra, desde París tienes trenes hasta Rennes, y desde allí puedes coger un autobús que te deja en el mismo Mont Saint-Michel. Si optas por ir a tu aire, en coche, no olvides el GPS (hoy en día en casi todos los Smartphones) pues hay algunas carreteras pequeñas que se meten por pueblos y puedes terminar el día mareado y sin visita. Tened en cuenta que no dejan aparcar en el mismo Monte, sino que tienes que ir hasta el área de acogida a los visitantes, aparcar en su parking (de pago) y luego tomar uno de los minibuses (raros) que te llevan hasta el Monte, ahora nos detendremos más en éste aspecto.

ÁREA DE ACOGIDA Y AUTOBÚS

  Nada más aparcar en el parking, puedes acercarte al edificio, allí, además de poder comprar guías y algún recuerdo, te puedes informar de todo lo relativo a la visita. En éste edificio también se encuentran unos WC públicos bastante limpios y confortables (con agua caliente, que se agradece), no te olvides de visitarlos antes de partir hacia el monte, luego me lo agradecerás.

   Para ir al Monte desde aquí tienes dos opciones:

1. Andar más de 1km hasta la parada del autobús (gratuito), esperar al bus siguiente y montarte, luego andar hasta el Monte unos 500 metros.
2. Andar más de 1 km hasta la parada del autobús, y luego seguir andando por la carretera hasta el monte varios kilómetros, por lo que vi, es una opción minoritaria pero no es raro ver peregrinos y caminantes que prefieren sus pies como medio de locomoción.

Vista del Mont Saint-Michel desde la parada del autobús.


DENTRO DEL MONT SAINT-MICHEL

   Prepárate porque desde aquí, todo son cuestas y escaleras, la primera parte está repleta de restaurantes (unos mejores, otros peores, unos caros y otros más caros todavía) y multitud de tiendas de recuerdos. Toda ésta parte es gratuita (si no tienes sed, hambre o ganas de comprar algún recuerdo).

   No olvides en casa una buena botella de agua, la otra parte fundamental es no tomarte la subida a la Abadía como una competición, disfruta del ascenso, del ambiente medieval, de los jardines, de los olores de los restaurantes, sufrirás como todos, hordas de turistas subiendo o bajando, por eso lo mejor es no estresarse, parar a descansar y disfrutar del ascenso de los más de 350 escalones hasta llegar a la Abadía.

ABADÍA

Aquí tienes los precios actuales en su página web (en inglés) y aquí un pdf en español con los sitios a visitar y una breve descripción. Es altamente recomendable (si no, obligatorio) alquilar una audioguía para poder disfrutar de cada sala, pasillo o rincón de éste antiguo emplazamiento. A destacar, la sala de audiencias del Rey, con dos impresionantes chimeneas, las vistas al exterior y el ascensor medieval.

DÓNDE DORMIR

Si tu presupuesto es ilimitado,  dentro del mismo Mont Saint-Michel tienes hoteles, incluso en el pueblo que hay cerca del área de acogida (y que atraviesas cuando vas desde ésta hasta la parada de autobús) hay varios hoteles,  tienes donde elegir. Con un presupuesto más ajustado, y con alma aventurera yo me quedé en Les Vieilles Diguesun B&B muy acogedor, bastante próximo al Mont Saint-Michel y en el cual, sus dueños Kim y Danielle, te hacen sentir como en casa. Una vez que desayunas (incluido en el precio) tomas fuerzas suficientes para la visita.

QUÉ COMER

Dentro del propio Mont Saint-Michel encontrarás multitud de restaurantes, si bien la calidad no acompañará al precio en ninguno de ellos,  el más conocido es La Mère Poulard, restaurante con  una estrella Michelín, pero no apto para carteras huérfanas. Siendo un sitio costero, os recomendaría el pescado, aunque en ésta zona de Francia tienen vacas por todos lados, así que no te faltará un buen filete de ternera, para los carnívoros, como yo.

CONCLUSIÓN

Aunque vayas dos veces, siempre te faltará algo por ver en éste monumento, orgullo patrio de los franceses, si vas en Verano tendrás una mínima posibilidad de que no te llueva, eso si, quizás salgas a hombros de algún japonés (la nacionalidad dominante en el Mont Saint-Michel), y si vas en Otoño, Primavera o Invierno, llévate un chubasquero, y tal vez una canoa, sin olvidar el Frenadol en cantidades industriales.